viernes, 1 de julio de 2011

Es el tiempo de cumplir lo prometido

Tras las elecciones municipales y la bombardeante campaña electoral en la que los partidos políticos nos acribillaron con propuestas, para todos los gustos, asegurando tener la clave para salir de la situación de crisis en la que nos encontramos; coherentemente entiendo que la prioridad que todos los cargos públicos han de tener es la creación de empleo en sus respectivos ámbitos territoriales de actuación. Hoy llega el momento de llevar acabo todas esas buenas intenciones de las que hacen alarde en sus programas electorales, y que del simple papel pasen a ser realidades.
Ahora llega su turno, los ciudadanos con sus votos han confiado en ellos y ahora son ellos los que deben cumplir. Ahora es cuando han de crear un marco abierto de iniciativas para todos los ciudadanos y ciudadanas, de estimular la inversión y la creación de empleo. Contradictoriamente, en estas primeras semanas de nuevos mandatos se empiezan a oír con mucha frecuencia palabras como austeridad, recorte, privatización…algo que hace pensar que las promesas de los gobernantes empiezan a alejarse bastante del punto de partida, LA CREACIÓN DE EMPLEO. Parece que algunos de estos políticos empiezan a confundir la austeridad con la destrucción de puestos de trabajo, el recorte con el hecho de que sean nuevamente los trabajadores y las trabajadoras las que sufran las consecuencias de esta crisis, y la privatización con un mecanismo de salvación para determinados sectores.
Espero que los periódicos no se inunden de titulares del tipo: fulanito anuncia ”recortes importantes”, y que estos recortes, como decía anteriormente, se traduzcan en un nuevo castigo a la clase trabajadora, porque ya está bien de tomaduras de pelo, porque la política no debe olvidar que ante todo debe ‘proteger’ al ciudadano y por ende el Estado de Bienestar.
Por último, solo quiero recordar, por si alguien durante estas semanas lo ha olvidado, que las promesas están para cumplirlas y que las medias verdades alcanzan el grado de mentira.
Escrito por:
José Ginel Sánchez,
Secretario General UGT Almería

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