Si analizamos
la información estadística de seis meses desde la entrada en vigor del RDL
3/2012 de 10 de Febrero de 2012, de medidas urgentes de reforma del mercado
laboral, se puede realizar una evaluación de las consecuencias de esta reforma
laboral, a través de la evolución de la contratación, la ocupación y el
desempleo, la extinción de contrato y de las altas de las prestaciones por
desempleo, descubriremos el claro fracaso de esta reforma, como ya adelantamos
desde UGT.
Recordemos que
con las medidas urgentes de reforma del mercado laboral, que modificaba los
tipos de contratación y las causas de extinción de los contratos, así como la
modificación de las condiciones de trabajo por parte de los empleadores, el
Gobierno en el RDL hizo una fuerte apuesta para conseguir más precariedad para
los jóvenes; trabajadores y trabajadoras más baratos y precarios; dinero de
todos para los empresarios; un despido más fácil, más barato y más rápido para
todos y todas; y el recorte de salarios y bajada de indemnizaciones.
Atendiendo a la
evolución de la contratación, en el periodo de la reforma laboral, respecto al
mismo período del año 2011, observamos una caída del 4,4%. Caen el número de
contratos indefinidos en un 5,8% y la temporal un 4,6%, sin olvidar que la
proporción de contratos indefinidos sobre el total de contratos alcanza la
cifra más baja en agosto de 2012: 6%.
En cuanto al
número de ocupados, desde que comenzó la reforma laboral, se ha reducido
ligeramente en el segundo trimestre del año. La evolución del número de
ocupados muestra cómo, en un segundo trimestre tradicionalmente creador de
empleo, en este año de reforma laboral la tendencia es totalmente distinta, de
destrucción, en lugar de creación de empelo, respecto al primer trimestre del
año.
Por otro lado,
el número de parados según la EPA continúa incrementándose trimestre tras
trimestre, creciendo un 17,8% en el segundo trimestre del año respecto al mismo
del año anterior. Esto ha llevado a que la tasa de paro supere el récord
recogido en la EPA ya está en el 24,6% de la población activa, igualando las
cifras de 1994. Y es que el paro registrado en agosto de 2012 aumenta un 12% frente a agosto
de 2011.
Centrándonos, en el número de
expedientes de regulación de empleo se dispara. Se incrementa en junio de 2012 en
un 88% frente al año anterior, se incrementa el número de trabajadores
afectados por despidos colectivos del 45,4% entre marzo y junio de 2012,
respecto al año anterior, aumentan un 58,2% los afectados por suspensión, crecen
en un 38,2% los afectados por reducción y se incrementan en un 15,2% los
afectados por extinción.
En definitiva,
como vemos con los datos en la mano, la reforma laboral ni ha creado empleo, ni
ha permitido frenar la destrucción de empleo. En cambio, como ha criticado la
UGT en numerosas ocasiones, sí ha logrado que empeoren las condiciones de
trabajo del conjunto de los empleados y empleadas, disminuyendo la estabilidad
en el empleo y reduciendo la calidad del mismo.
Por mucho que
el Gobierno se empeñe en vendernos las bondades de esta reforma, no hay ningún
solo indicador que sea positivo. Está claro, que no se impulsa el empleo
y la contratación con políticas cuyo único objetivo es el ajuste del déficit. Y
lo más preocupante, es que no se conocen, ni se las espera...Desde UGT siempre
lo hemos tenido claro, la reforma urgente era la financiera, una reforma que
todavía no ha concluido, y no la reforma laboral.
Desgraciadamente,
este Gobierno no parece dispuesto a asumir sus errores, esperemos que cuando
decida escuchar lo que pide la ciudadanía no sea demasiado tarde.
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