Cada día 2
trabajadores fallecen en España como consecuencia de su trabajo, 10 sufren un
accidente grave, 1.317 tienen un accidente leve y 2.024 sufren un accidente sin
baja en el transcurso de su actividad. Igualmente, cada día son víctimas de una
enfermedad profesional 62 personas.
Tras el
escalofrío inicial que provocan estos datos, lo siguiente es buscar a los
culpables de esta siniestralidad, y estos no son otros que la temporalidad, la
precariedad, la subcontratación, la falta de formación, la falta de experiencia
laboral y en gran medida, la ausencia de prevención de riesgos laborales en la
pequeña empresa.
Y es que, esta reinante precariedad, generada por la
reforma laboral, ha provocado y continúa provocando un deterioro de la salud y
calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras así como el incremento
de las desigualdades. Esto se une a la escasa conciencia de algunos empresarios
en materia de prevención, que la ven como un gasto en lugar de una inversión.
Si el panorama es desolador, aún más lo es
para las mujeres, que además de la temporalidad, la parcialidad, los bajos
salarios o las rotaciones, soportan altos niveles de estrés al estar sometidas
a una mayor presión con las obligaciones familiares y domésticas.
Sin lugar a dudas, muchos de los
accidentes podrían evitarse realizando una mayor prevención de los riesgos
psicosociales, promoviendo buenas prácticas en los desplazamientos durante la
jornada laboral e implantando medidas preventivas en los lugares de trabajo y
demanda a las Administraciones mayor coordinación y más control del
cumplimiento de la normativa de seguridad y salud en el trabajo en todos los
sectores y a todos los trabajadores, sin olvidar las estrategias de formación y
concienciación. Además, es necesaria la implicación de los poderes públicos y
la dotación de recursos económicos, materiales y personales para integrar la
prevención en la sociedad.
Desde UGT
seguimos apostando por el Diálogo Social, convencidos de que la solución pasa por
un gran compromiso de todos, Gobierno, Sindicatos y Patronal, como punto
necesario de partida a la hora de encontrar una vía de acabar con el drama de
la siniestralidad laboral española. Siendo necesario un gran acuerdo nacional
en esta materia, plasmado en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el
Trabajo.